La Feria de Zaragoza inició su actividad en el año 1941, con la celebración de un Salón de carácter general.
Siguiendo las tendencias y la evolución de los sectores que integraban este certamen, se fueron desarrollando una serie de Salones monográficos en la medida en que los distintos sectores industriales lo requerían.
La filosofía de la Feria de Zaragoza se ha centrado en la realización de salones de un alto nivel técnico y especializados en los respectivos sectores, lo que le ha llevado a situarse a la cabeza de las manifestaciones feriales europeas en no pocos certámenes.
Los sectores de la maquinaria para la construcción y las obras públicas, la maquinaria agrícola, la gestión del agua y el medio ambiente en todas sus facetas, el equipamiento de bodegas, las técnicas para las explotaciones vitícolas, la ganadería, las nuevas tecnologías o la energía, forman parte del contenido de sus ferias más especializadas.