Murallas, templos, basílicas, palacios, museos y calles con historia llenan de vida la que, hoy por hoy, es la cuarta ciudad de España. Romanos, musulmanes, judíos y cristianos dejaron su impronta en una capital que rebosa vida, alegría y arte. La bien llamada encrucijada de culturas, por la mezcolanza de sus gentes, sus vías y su gastronomía, no deja indiferente a nadie.